Antonio Merino, de 49 años, lleva unas horas mendigando en la calle Pelai de Barcelona. Mueve la cabeza constantemente siguiendo el rumor incesante de los transeúntes. Su bastón está en el suelo junto a él. Es ciego, no ve nada en absoluto. Dice que lleva quince años viviendo en la calle y que ahora quiere solicitar un puesto de trabajo y sentirse útil. «Necesito sacarme el carné de identidad y entonces a finales del verano ya podría estar vendiendo cupones», asegura.
Texto y fotografía: ALEC FORSSMANN
¿Naciste completamente ciego?
No, de pequeño llevaba gafas y me fui quedando ciego poco a poco.
¿Fue muy traumático?
En la vida hay muchas cosas duras que hay que asumir. A otros les falta una mano, un brazo o un pie, pero por eso no te vas a morir.
¿Estás viviendo en la calle?
Sí, desde hace 15 años. He dormido en cajeros, parques… Lo primero que pillaba.
«Hace 15 años que vivo en la calle. He dormido en cajeros, parques… Lo primero que pillaba»
¿La ONCE no ayuda a gente como tú?
Sí, siempre.
¿No os sentís desamparados?
No. Llevo muchos años afiliado a la ONCE, pero en este momento no tengo el carné de identidad y no puedo vender cupones.
¿Antes vendías cupones?
Sí, curraba en la ONCE, pero me fié de un amigo y me robó. Por eso acabé en la calle.
«Curraba en la ONCE, pero me fié de un amigo y me robó. Por eso acabé en la calle»
Está claro que no era un amigo.
No. Y eso que hacía años que lo conocía.
¿Qué ocurrió exactamente?
En verano vendía cupones en el camping Filipinas, en la playa de Viladecans. Un día fui a ver a una chavala que también era vendedora de la ONCE y le pedí a mi amigo que me guardara mis cupones y mis cosas.
¿Y desapareció?
Quedé con él a las siete de la tarde en el bar del camping. Esperé hasta las once de la noche, pero no apareció.
¿Él era ciego?
No.
¿No supiste nada más de él?
Si lo viera lo mataría. Perdí el cupón especial del mes de agosto y perdí mi trabajo. Me quedé sin nada.
«Si lo viera lo mataría. Perdí el cupón especial del mes de agosto y perdí mi trabajo. Me quedé sin nada»
¿Y así acabaste en la calle?
Me separé de mi mujer y entonces busqué un sitio para dormir.
Qué decepción.
En la vida no te puedes fiar de nadie. Te fías de tu mejor amigo y te traiciona.
¿Te sientes muy desengañado con la vida?
No, con la vida no, con la gente. La vida es lo más bonito que hay. Perder la fe en vivir es lo peor que hay.
«No me siento desengañado con la vida sino con la gente. La vida es lo más bonito que hay»
¿Cómo fueron tus años en la calle?
No te voy a engañar, cuando me robaron empecé a beber. Bebía de todo. Cuando bebes se te van los problemas, pero no puedes ponerte a beber cada mañana e ir borracho cada día para olvidarte de tus problemas. Me di cuenta de que no quería ese tipo de vida. Hace nueve años que dejé de beber.
¿Superaste tu adicción?
Sólo fumo tabaco y bebo Coca-Cola, Fanta, zumos… Ahora me junto con gente que no bebe. En Nochebuena igual ponemos dos o tres euros cada uno y compramos algo de bebida, como la gente normal.
«Cuando me robaron empecé a beber. Hace nueve años que lo dejé, ahora me junto con gente que no bebe»
¿Quieres recuperar tu trabajo?
Sí, no estoy aquí pidiendo porque me guste sino porque no me queda más remedio. Estoy esperando a que me llame la ONCE. Necesito un puesto de trabajo para sentirme útil.
¿La ONCE no os facilita un alojamiento?
Para recibir ayudas tienes que trabajar en la ONCE. Si no eres vendedor te tienes que buscar la vida. Cuando saco algo de dinero voy a una pensión, que cuesta 15 euros.
Invidente e indigente… Debe de ser duro.
Es duro, pero te acostumbras a todo. Por eso no te mueres.
¿La gente te ayuda?
La gente no te ayuda a nada. Llevo aquí desde las once de la mañana para intentar sacar algo de dinero para pagar el carné de identidad… pero saco un euro o dos.
«Llevo aquí desde las once de la mañana para sacar algo de dinero, pagar el carné de identidad y así poder optar a un trabajo»
¿Cuánto cuesta el carné?
10,40 euros.
¿Por qué no pones un cartel para que la gente sepa que eres ciego?
Un chaval me dijo que lo iba a hacer pero no ha venido.