Un grupo de ancianas, vecinas del Gótico barcelonés, ha denunciado a Fabio, un vagabundo italiano que lleva diez años en Barcelona, por presuntos malos tratos a su perro, que ahora está al cuidado de una protectora de animales. «Matteo estaba bien, era muy perfecto, no llego a entender cómo me han hecho esto», protesta.
Texto y fotografía: ALEC FORSSMANN
Fabio está en huelga de hambre. Genovés, de 42 años, llegó a Barcelona hace diez años. Apenas come. Durante la entrevista, una vecina le lanza una bolsa con algo de comida desde un balcón de la calle Nou de la Rambla. «Sólo como lo que me da esta señora, es troppo brava, yo la quiero. Conocí a su marido, que tenía 100 años de edad… Murió tranquilamente», comenta Fabio. «Me han quitado a Matteo, mi perro, y no consigo entender por qué. No me importa nada… Yo no existo», se lamenta. Sus palabras denotan tristeza y resignación. Se pasa el día errando por el Barrio Gótico con una lata de cerveza en la mano.
Matteo, su «compañero», como él lo define, es un perro gris, mezcla de schnauzer y collie. Durante ocho años deambuló con su dueño por las calles de Barcelona, hasta que se interpuso una denuncia por presuntos malos tratos al animal. «Estaba en la calle limpiando a Matteo porque volvíamos de la playa y estaba lleno de arena. Tres ancianas me vieron y me denunciaron. Llamaron a los Mossos d’Esquadra y les dijeron que le estaba pisando la cabeza al perro y que lo alimentaba con pan y agua… ¡como a un preso!», protesta. «Ahora está en una protectora de animales a las afueras de Barcelona. No puedo mirarle a los ojos porque me ve y se piensa que le vengo a buscar. Me han dicho que es mejor que no vuelva… Mira, me dan ganas de llorar, te lo juro. «, expresa.
Cielo Oscuro se dirigió al Centre d’Acollida d’Animals de Companyia de Barcelona, situado en la carretera de l’Arrabassada, y sus responsables aseguraron que Matteo «se encuentra bien y en mejores condiciones que cuando llegó». Fabio no cree que pueda recuperar a su perro: «No me siento optimista. Cuando me quitaron a Matteo me enfadé tanto que le di una patada al portal del edificio en el que viven las ancianas y rompí la puerta de cristal. Ahora tengo un juicio pendiente… Pedí perdón a otros vecinos y me dijeron que había obrado mal pero que me entendían», afirma.
Cuéntame cómo llegaste a Barcelona.
No mantengo una buena relación con mi familia: no estoy muy de acuerdo con mi hermano ni con mi mamma. Me dedicaba a la construcción, hacía un trabajo artesano. Debo decir la verdad, he hecho mucho dinero, pero ahora no tengo trabajo. Un día estaba en un concierto de rock and roll, porque me gusta mucho la música, y me encontré un perro, un pit bull. Pensé que tenía un dueño, pero esperé cuatro horas y nadie apareció. Atravesé Francia con él y llegué a Barcelona, pero murió dos días después.
¿Qué te gusta de esta ciudad?
El arte me gusta un montón… ¡Lo respiro! [aspira el aire con el pecho henchido]. Sólo París se parece un poco a Barcelona. Ahí estuve casi un año y te puedo asegurar que tiene un arte maravilloso, sobre todo cuando vas al Pompidou y miras los cuadros.
«El arte de Barcelona me gusta un montón… ¡Lo respiro!»
¿Qué estilo te gusta más?
Como me siento ahora por dentro: la muerte [la palabra cae con un peso letal].
¿Cómo encontraste a Matteo?
Me lo regaló una pareja de turistas, un inglés y una escocesa. Sólo tenía 45 días de edad. Lo vacuné y lo cuidé durante todos estos años. Nunca le faltaba la comida.
¿Vivíais en la calle?
Primero en una casa okupa. Ahora me ha acogido una sociedad cristiana, que me entiende.
¿Eres creyente?
No, todo bien… Creo en el Señor y si no me ayuda me da igual, lo quiero igualmente. Soy cristiano.
¿Vas a volver a ver a Matteo?
Lo tengo prohibido. Una de las mujeres se ha arrepentido, pero ya es muy tarde porque ya me han puesto la denuncia. Matteo estaba bien, era muy perfecto, no llego a entender cómo me han hecho esto. No puedo ir a verlo porque me llora el corazón, no estoy hecho de hierro. ¿Me estás grabando? Escríbelo, por favor, merecer ser publicado.
Un Comentario
Este chico si maltrataba a su perro aunque el diga que no.No digo nada más.