Es martes por la tarde, el cielo está gris y el aire que se respira en Barcelona es desagradable. La Via Laietana es una jungla de vehículos y transeúntes, pero Amín es un fantasma. Es un fantasma sentado sobre la acera pidiendo limosna, prácticamente invisible para el resto de ciudadanos. Pero está acostumbrado. Siempre ha avanzado solo en la vida. Dice que no fuma, no bebe y no roba… y tras mantener una conversación con él uno sabe que sus palabras son ciertas. Sólo quiere una casa y un trabajo. Pero la carencia de estos derechos, tan básicos y humanos, durante tantos años ha menoscabado su voluntad. Aún cree, cree en Alá y en que saldrá adelante. Amín tiene 53 años, es libanés y malvive en Barcelona.
Texto y fotografía: ALEC FORSSMANN
¿Viajaste directamente de Beirut a Barcelona?
No, primero pasé unos veinte años en Italia. He vivido en casi toda Italia. Hace trece años que llegué aquí.
¿Has tenido un oficio?
He sido electricista, he trabajado en una fábrica de ladrillos, en un almacén en San Sebastián…
¿Tenías un permiso de trabajo?
No, he trabajado sin papeles. Necesitas 3.000 euros para comprar un permiso de trabajo, pero ¿cómo puede pagar eso una persona sin trabajo? Es un robo… El Gobierno sabe que se venden permisos de trabajo y no hace nada.
O sea que tampoco tienes la residencia…
Me la han denegado dos veces. No tengo ningún problema con la justicia, pero aquí me han rechazado el certificado de buena conducta.
¿Duermes en la calle?
Durante cinco años viví en una casa en el barrio del Clot y desde hace un par de años duermo fuera…
¿Dónde?
En un sitio cerrado. Tengo un colchón pero a veces me lo sacan afuera.
¿Por qué no vas a un albergue?
Hay muy malos olores… En el albergue de la Zona Franca te hacen salir en invierno a las siete de la mañana. ¿Dónde vas a las siete de la mañana sin trabajo?
«No duermo en un albergue porque te hacen salir en invierno a las siete de la mañana. ¿Dónde vas a las siete de la mañana sin trabajo»
¿Qué es lo más duro de vivir en la calle?
No tener una casa ni un trabajo para tirar adelante. ¿Qué hago? ¿Robar? Yo nunca he robado.
¿Tienes compañeros?
No, no te puedes fiar de nadie. No tengo amigos, prefiero ir solo. Duermes en la calle y encima hay gente que te roba.
«No te puedes fiar de nadie. No tengo amigos, prefiero ir solo»
¿No has intentado tener una familia?
Lo he intentado, pero con mi religión es diferente…
¿Dios te ayuda?
Siempre digo que respiro gracias a Dios.
¿Tu vida aún puede cambiar?
Esperemos, esperemos… No hay que perder la esperanza.